
martes, 13 de marzo de 2012
Una de anecdotas
Supongo que como a la mayoría, nos ha pasado alguna que otra anécdota en esto del fotografiar, recuerdo una al principio de mi andadura en estos menesteres, me fui a los alrededores del pueblo donde vivo, porque había visto en el borde de la carretera unos arboles en flor, no eran almendros pero asemejaban, todos sabréis a los arboles que me refiero. Pues yo con mi cámara y mi trípode me posicione a hacer fotos, cuando oigo pitar a un coche, y miro y donde tenia yo aparcado el mio, que era la salida de una parcela pero que no estorbaba nada, el otro insistía con sus pitidos a que lo quitara, bueno.. yo digo sera que no quiere que le pongan nada delante, recogo los bártulos, me monto en mi coche y lo aparco mas adelante en un camino de tierra, me bajo y vuelta a empezar, y se me acerca el mismo que me había estado pitando, y empieza a rondarme, yo mas mosca no podia estar, porque claro una mujer por ahi sola, no se yo soy muy asustona, pero cogo el telefono y llamo a mi marido para contarle lo que me estaba pasando, y el otro merodeando unas veces cerca otras mas retirado, y yo diciéndole a mi marido¡ sera posible el tonto este que no me va a dejar hacer fotos!, total que ya cuelgo el telefono porque veo que se va, y sigo haciendo fotos, cuando a mis espaldas, oigo una voz y me giro, y veo al mismo pero acompañado de su primo el grande, vamos dos gitanacos, que eran como dos armarios empotrados, y me dicen " ¿que haciendo fotos?· y le contesto si, ¿pasa algo?, y dice pues a los burros no le hagas fotos puesto que tienen todas las licencias y estan en condiciones, porque nosotros sabemos que eres de la Junta de Andalucia, y le estas haciendo fotos a los burros.jajajajajaja, cuando miro y veo a través de la cerca que había cerca había unos burros y yo ni los había visto, enfocando las flores, y les digo pero que yo no estoy haciendo fotos a los burros, y les tuve que enseñar hasta las fotos de la cámara para que vieran que era verdad. jajajajajajaja. Ilustro esta entrada con unas de las flores que casi me cuesta un secuestro.
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